3.05.2013

Sobre los sueños y algo más

Un dolor abrasivo le quemaba el alma, y la aturdía. Suspensión. Cerró los ojos por un momento, el viento frío de aquella tarde de lluvia le golpeó la cara, dejándola desprovista de esa suerte de trance en el que se encontraba sumergida. Sentía una especie de vacío, un sentimiento inexplicable que le inundaba el pecho.
Buscó en su mente, los recuerdos venían cada vez más rápido. Abismos. Lo recordaba fuerte, algo frío también.. Pero no por eso, menos interesante. Sentirlo cerca le ardía, le encantaba. Lo había situado en una suerte de altar, y ella ínfima. Sin colores, insípida comparada a él.
Lo quería, y ese cariño le quemaba.

Despertó.
Después de todo, sólo había sido un sueño.

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