Sobre el amor y otras cuestiones.

Hoy me desperté pensando en él, como la mayor parte de mis mañanas. ¿Cómo no voy a hacerlo si me encuentro con su rostro cada mañana, cada día? Intento ponerle un nombre al sentimiento que llevo dentro de mí, algunos me dicen que se llama "Amor". Puede ser. Todo puede ser. Pero, ahora que lo pienso mejor, no deseo darle un nombre específico. Eso racionaliza las cosas, y cuando metemos a la mente en asuntos del corazón, las cosas salen mal. La lógica no acepta los sentimientos, no le sirven. ¿Para qué intentar denominar algo que sólo alcanza con sentirlo?
Me basta con sentirte cerca, sentirte vivo, sentir tu calor cada vez que me saludás con un beso en la mejilla, sentir tus palabras -sinceras, absurdas, pero tuyas al fin- dirigiéndose a mí, buscando atención. Me basta sentirte. Lo demás, no importa.