8.28.2009


"Me pueden olvidar, me pueden mentir, pueden intentar, sacarme lo que fui. Pero la canción no pueden callar, habla el corazón y yo sigo..."


Así es, la canción no pueden callar. Y habla su corazón, muchas gracias Cuentos Borgeanos por todo lo que nos brindaron ayer.

8.24.2009

¡Desatándonos!

Dar un salto gigante,
para poder
alcanzarte.
Dar un salto aún más grande,
para poder olvidarte.

All of my love - Led Zppelin.

8.16.2009

Carta a un poco menos extraño conocido.

Querido amigo:

Esta vez, me tomo el atrevimiento de llamarte amigo, porque sé que lo somos, aunque hace mucho que no sepa de tí.
Hoy, me puse a pensar, a rememorar viejas charlas y releer viejas conversaciones que manteníamos vía Messenger.. Y encontré una -Que siempre llevo grabada en mi mente- en la cual, hablabamos del destino. En la que me decías que querías que tu destino no fuera ese, que querías cambiarlo, pero que no podías, porque "el destino siempre está un paso adelante".. Y empecé a preguntarme.. ¿Será que tenías razón, y que el mismo destino, quiso alejarte de mi camino? ¿Que el azar quiso arrojarte lejos, para nunca más verte?
Todo el día, me atormenté a mi misma, haciéndome esta clase de preguntas -las cuales no me gustan para nada-, y las que espero no sean verdades...
Además, estuve rememorando todos los momentos que pasamos juntos, los consejos que me diste, y las veces que me ayudaste. Y tengo que decirte que te extraño mucho más que nunca, te necesito. Me hacés falta como nunca lo hiciste, y es que te quiero. ¡Te quiero! De una manera tan simple y especial, con un cariño entrañable. Quizás por eso es que me hacés tanta falta, ¿No?

Tuya,
M.

8.14.2009

Carta a un extraño conocido.

Querido amigo (Si es que me permitís que te llame así):

Entre canciones de Sabina, un café ya frío y sin terminar, me decidí a escribirte, aunque quizás nunca leas esta carta.
Hace tanto tiempo que no sé de vos, qué es de tu vida, tus amoríos, y demás cosas de importancia… Y otras no tanto. Pensar que te conocí tanto, en un corto plazo de tiempo, y no me atrevo a decir que te conozco mejor que nadie, porque eso es –Casi- imposible, ya que ni siquiera uno mismo se termina de conocer. Volviendo otra vez al asunto que me tiene aquí, escribiendo lo primero que me viene a la mente –No sin antes ser analizado-, porque como bien sabés y siempre te dije, siempre que hablaba seriamente con vos, me dejabas pensando…
Siempre me gustó hablar con vos, porque fuiste alguien que me dio mucho apoyo durante muchos años…
Nuestra relación, no empezó precisamente como una amistad, pero con el tiempo entendí, que habías llegado a mi vida para ser el amigo cercano que siempre necesité, en el cual podía confiar mis secretos, llorar mis penas y reír mis alegrías. Me enseñaste tu música, tus pasiones, y ahí nos entendimos mejor que cualquiera. Apreciamos siempre la misma música, y las cosas sencillas de la vida. Creo que incluso hasta las mismas películas nos gustaba mirar.
Siempre te aprecié, siempre te quise. Al principio te quise más de lo que imaginabas, y luego me notifiqué de que te quería mucho más de hasta lo que yo imaginaba, lloré y sufrí cuando me di cuenta de que nunca te iba a poder tener para mí, entonces decidí no derramar más lágrimas, comenzar de nuevo y ser tu amiga; de lo que no me arrepiento para nada, porque al permitirme esa bocanada de aire fresco, me permití al mismo tiempo, conocerte más como persona, y eso fue realmente un privilegio.
Sos una de las pocas personas que llegó a confortarme el alma con sus palabras, a tocar mi corazón con su mirada, y a llenar mis ojos de ese brillo al hablarme con esas sabias palabras que solías utilizar. Fuiste, sos y serás una gran parte de mi vida, gracias a vos me hice un poco más fuerte y sabia, me ayudaste a comprender una parte de la vida que nunca quise ver, aunque no sé por qué motivo.
Llevamos una hermosa relación amistosa, hasta que hiciste tu “nueva” vida… Nunca más nos vimos, nunca más hablé con vos, perdimos totalmente el contacto entre ambos. Y dejame decirte, que te extraño más que nunca, que te necesito acá para que me ayudes como antes.
Pero en fin, según dicen los amigos van y vienen, pero yo no quiero que te vayas. No quería que te vayas, que me dejes. Igualmente, te deseo lo mejor, ya que te lo merecés más que nadie, muchísima suerte para este mundo tan ingrato y que no sabe perdonar –Como me han contado-.

Gracias infinitas, te amo (¡Sí! Te amo, tenías que enterarte en algún momento.)

Sinceramente tuya,
Mariela.

8.12.2009

Insípidamente real.


Me siento distinta, ¿Insípida? ¡Sí! Insípida, hace muchos varios meses, o años, quizás, que no me sentía así. Creo que cuelgo de cabeza en una nube, que no tengo ninguna función específica, y me hace sentir absurda; me gustaría, me desarmaría sólo por saber el porqué de mí. O quizás eso creo, y realmente no me interesa, aunque no creo que sea tan así. Me contradigo, maldigo, me relajo y me acelero, ya no tengo cabeza, aunque la veo en mí, por encima de mi cuello. Siento en mí, algo extraño, algo nuevo que me hace volcar mis pensamientos hacia un lugar desconocido, inexplorado. Quiero volar, volar lejos. Pero al no poder alzar el vuelo, me vuelvo, y descubro que me encuentro atada, atada a una gran roca que no me permite cumplir mi sueño de volar, volar y alejarme de este lugar, para poder encontrar un fin, o más que un fin.. Una respuesta.
Luego de muchos, muchos días sin entrar ni publicar nada, me encuentro aquí, frente al monitor, escribiendo, lo primero que pasa por mi mente. Necesitaba un poco de tiempo, tiempo para despejarme un poco, para ordenar mis pensamientos y reorganizar lo que quedó, de esa especie de "limpieza mental". Es algo inexplicable, es una sensación de renovación espiritual y mental; es algo que ayuda a ver más allá del horizonte.

De vez en cuando, es bueno despejar la mente y borrar algunas cosas, para dar lugar a lo que vendrá.